En el infierno de Buenos Aires, Matías Defederico no es el Pibe de Oro del Parque San Jorge, tal cual lo bautizó la prensa brasileña apenas llegó a Corinthians. Tampoco, el Nuevo Messi , otro de los rótulos que se le pegó en San Pablo, hace un año y medio. Aquí, este delantero picante, de zurda cerrada, es Maty . El chico que se queja del calor que encontró en la vuelta a casa a través de Twitter o anuncia el cumpleaños de su padre en Facebook . Ese jovencito que hizo explotar Angel Cappa con la camiseta de Huracán, el mismo que, desde la semana pasada, es una de las vedettes del mercado de pases.
Rápido, como cuando encaraba con el globo rojo de Jorge Newbery sobre el pecho blanco. A toda velocidad pegó el salto Defederico. De esa inolvidable campaña con Huracán a esta actualidad que lo hizo compañero de Ronaldo y de Roberto Carlos en uno de los clubes más grandes de la nación del orden y el progreso. En el medio, una vuelta olímpica frustrada en Parque Patricios y un pase de cuatro millones y medio de dólares que no estuvo a la altura de las pretensiones de los paulistas. Matías apenas jugó 21 partidos en el Timao y sólo hizo un gol.
-¿Qué balance hacés de tu paso por el fútbol brasileño? -Creo que conseguí una gran experiencia. Estuve un año y medio afuera del país, en un fútbol diferente. Quizá no haya jugado todo lo que esperaba. Pero hoy soy un pibe de 21 años con un montón de vivencias que me serán útiles en el futuro.
-¿Y por qué no jugaste todo lo que esperabas? -No le encuentro la explicación. Pasaron tres técnicos por el Corinthians... Capaz que no les gustaba como yo jugaba.
-¿Te costó por ser argentino o porque llegabas con el cartel de figura? -Es que en Brasil no hay término medio. O sos Maradona o no sos nadie. Son extremistas. Yo llegué muy elogiado -y halagado- como el nuevo Messi.
Y toda esa bola, creo, me perjudicó. Se pensaron que venía Maradona y yo soy Matías.
Dice Matías, justamente, que el fútbol brasileño es más táctico que el argentino. “Los talentosos marcan la diferencia en los últimos metros, nada más”, reflexiona con total desparpajo. Y apunta, en la charla con Clarín : “Es un fútbol más físico, con un campeonato largo y pesado. No es fácil, para nada”.
-¿Es cierto que te tildaron de conflictivo en Brasil? -Cada uno puede decir lo que quiera. Pero, no. Todo lo contrario. Yo no soy conflictivo.
Quizá las críticas hayan sido producto de aquella vez que reclamó por la red social cuando Adilson Batista, entonces entrenador de Corinthians, lo dejó afuera de un partido con Fluminense. También se vio involucrado en un escándalo cuando Tite, el actual técnico, decidió desalojarlo del departamento que habitaba en el norte de la ciudad por una vieja deuda en el alquiler. Cuestiones que rozaron a Defederico pero no lo apartaron de su objetivo, jugar.
Y en eso anda ahora, Matías. Queriendo volver a correr detrás de la pelota. Porque, como afirma él con convicción, “en mi currículum quedará apuntado que jugué con Ronaldo y Roberto Carlos, y estará en mis recuerdos. Pero yo aspiro a jugar. No importa quien esté al lado”.
-¿Y dónde vas a jugar? En el partido de la fundación de Zanetti te vimos hablar con Mohamed y con Cappa.
-Los dos tiran, je. Independiente porque soy hincha y porque juega copas. Angel, porque es el mejor profesor del fútbol. No te voy a mentir, hablamos de volver a estar juntos, como en Huracán. Pero, en el medio, hay un montón de otras cuestiones.
-¿Y cuál va a ser tu decisión? ¿Independiente o Gimnasia? -No me quiero apresurar. Estoy contento por el abanico de posibilidades que tengo.
Acá lo quieren Independiente, Gimnasia y All Boys. Afuera, la U de Chile. Hasta suena en West Ham y en Sunderland de Inglaterra.
Maty dirá. Entonces, el Pibe de Oro quizá pueda volver a brillar en nuestras canchas.
FONTE: Jornal Clarín (Argentina)
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